Peregrinus        
Camino iniciático y Literatura

 

OVILLEJOS

Miguel de Cervantes

Interpretación libre de esta poesía de Cervantes desde un punto de vista del camino iniciático.

(Poesía en columna izquierda y comentarios en la columna de la derecha)

 

   

 

El dolor de un hombre apegado a este mundo.

¿Quién menoscaba mis bienes?
¡Desdenes!

 

 

Ante la búsqueda de la consideración de los demás, le duelen los desdenes, el menosprecio que recibe.

Y ¿quién aumenta mis duelos?

¡Los celos!

 

Los celos, la necesidad de ser correspondido en la manera que uno querría, aumenta el dolor.

Y ¿quién prueba mi paciencia?  
¡Ausencia!

 

La ausencia de lo deseado hace probar la paciencia, y es evidente que quien eso dice la sufre porque no la tiene.

De este modo en mi dolencia
ningún remedio se alcanza,
pues me matan la esperanza,
desdenes, celos y ausencia.

 

Aquí ratifica lo dicho anteriormente.

¿Quién me causa este dolor?
¡Amor!

Amor de hombre, amor no trascendido, amor que necesita ser correspondido, enfermedad por la que alguna vez se pasa y de la que muchos nunca acaban de salir, porque el hombre solo desea sufrir y ser consolado por su sufrimiento.

Y ¿quién mi gloria repuna?
¡Fortuna!

Es el desespero de la derrota. Hace referencia, además, a la suerte, la casualidad, lo externo. Aquí no hay voluntad ni conquista; sólo falta de control, de dominio.

Y ¿quién consiente mi duelo?
¡El cielo!

¿Quién puede tener la culpa sino Dios? Queja típica del hombre que quiere sufrir por verse ajeno a Dios mismo, por creerse diferente al cielo.

De este modo yo recelo
morir deste mal extraño,
pues se aúnan en mi daño
amor, fortuna y el cielo.

 

 

 

Todos estos son los culpables de no se sabe qué.

 

¿Quién mejorará mi suerte?
¡La muerte!

 

He aquí un punto interesante: clamar por la muerte, cuando es sincero, y no para llamar la atención, se está pidiendo una superación de la condición humana, que de ser bien conducida por los maestros le llevaría a la auténtica muerte alquímica.

Y el bien de amor, ¿quién le alcanza? ¡Mudanza!

He aquí un nuevo amor. No se trata del amor de hombre, de hombre no trascendido, sino que nos habla del Amor superior, solo alcanzable a través del cambio interior, la evolución: la mudanza.

Y sus males, ¿quién los cura?
¡Locura!

La única forma de alcanzar esa mudanza, esa transformación, viene dada por la locura. Solamente se puede ascender al Amor, al Espíritu, superando lo mental, lo racional, lo humano.

Dese modo no es cordura
querer curar la pasión,
cuando los remedios son
muerte, mudanza y locura.

 

Cuerdo es quien vive encerrado en lo racional. Y la forma de curar la pasión -voluntad de trascender- es la ya citada intuición, que nada tiene que ver con la cordura o la razón.

 

La conquista del Ser pasa por la "locura", lo irracional; la mudanza, o el cambio y, finalmente, la muerte iniciática.

 

FSB/ESC

   
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