Camino de Santiago
He aquí el nombre por excelencia, el más conocido, el más tradicional dentro de la sociedad cristiana y occidental, dado por la llegada a tierras gallegas del apóstol.
Ruta Jacobea
Equivale al anterior, ya que Jacobo es igual a Yago o Santiago.
Camino de las Estrellas
Se recorre por el suelo pero nos conducimos por el Cielo. Esta ruta ya era transitada por los pueblos pre-cristianos y éstos se guiaban con la vía láctea.
Camino iniciático
Para quien busca la trascendencia espiritual más allá de la ruta física, sabiendo leer entre las líneas de todo aquello que nos rodea, de todos esos momentos mágicos que se pueden vivir en lugares sagrados.
Camino interior
El camino iniciático se convierte en un camino interior de superación, de transformación del despertar en nosotros algo que nos une con lo Divino.
Camino de las Águilas
Y la Transformación nos convierte en seres superiores, más allá de lo vulgar, como águilas que se elevan por encima de los otros seres. Y miran al resto desde las alturas.
Camino de Occidente
Por una vía que une una visión ante el mundo, una forma de ser, una forma de caminar, la de Occidente, mirando hacia Poniente, hacia el Más Allá, Ultreia.
Camino de Europa
Y es el Camino de un pueblo, de unos pueblos, los de Europa, que caminaron, y caminan, que peregrinaron y aún siguen peregrinando, buscando su esencia y su despertar.
Camino de la Trascendencia
Porque se busca lo que nos supera, lo que nos eleva, lo que nos habla de trascendencia. El paso por el Camino nos hace diferentes nos cambia, dejando de ser personas vulgares para trasformarnos en personas con conciencia, capaces de sacrificar un momento de nuestras vidas para dar alimento a nuestra alma y para convivir con otros que tienen un mismo sentir.